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25-03-2025



GONZALO SOBERANES: EL TECNÓLOGO SINALOENSE QUE DESARROLLA APLICACIONES PRÁCTICAS CON EL INTERNET DE LAS COSAS

En la Universidad Politécnica del Valle del Évora se trabaja en dispositivos inteligentes para mejorar la vida de las personas, desde ventanas y termómetros automatizados, hasta dispositivos para ayudar a personas con discapacidad motriz



Por CONFIE


La tecnología avanza velozmente, cambiando la manera de vivir de todas las personas en el mundo y el internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) se ha convertido en una pieza clave para estas transformaciones a través de la automatización de tareas y la optimización de recursos.


Hasta ahora, el ritmo del avance tecnológico se explica con la Ley de Moore, según la cual la cantidad de transistores en circuitos integrados se duplica aproximadamente cada 18 meses, impulsando el incremento exponencial de la potencia computacional. En otras palabras, la miniaturización de estos componentes posibilita integrar millones de ellos en un solo chip, lo que impulsa la eficiencia y capacidad de los dispositivos modernos.


Esto es lo que hace posible, por ejemplo, el funcionamiento práctico, fácil y veloz de los teléfonos inteligentes, pero también, el internet de las cosas, una red de dispositivos interconectados que recopilan y comparten datos, permitiendo la automatización y comunicación entre objetos físicos y sistemas digitales en tiempo real.


Gonzalo Soberanes Flores es Ingeniero en Electrónica con una Maestría en Electrónica y Telecomunicaciones, ha dedicado su carrera a desarrollar proyectos de IoT en la Universidad Politécnica del Valle del Évora, ubicada en la comunidad Gato de Lara, del municipio de Angostura, Sinaloa.


Actualmente desarrolla el proyecto de ventana inteligente que recopila datos del medio ambiente y el clima para operar ventanas de manera automatizada.


“Aquí en Sinaloa sabemos que, en verano, la temperatura es muy caliente, y si tenemos una habitación cerrada, se pone muy caliente, y al tener aparatos funcionando se genera más calor; puede ser demasiado calor que podría dañar los equipos. Entonces lo que hicimos es una ventana que durante el día se abre para que se ventile y salga todo ese calor que generan los equipos”, explicó el tecnólogo sinaloense que forma parte del Sistema Sinaloense de Investigadores y Tecnólogos (SSIT).


“Pero también en verano ocurre aquí en Sinaloa que en cualquier momento puede llover. Entonces surgió este proyecto de Internet de las cosas, donde colocamos algunos sensores arriba en los paneles solares para que se cerrara la ventana”.


Los equipos eléctricos y electrónicos generan calor, lo que provoca que la temperatura interior de un espacio cerrado aumente si no hay la suficiente ventilación o haya equipos de refrigeración, como aires acondicionados o ventiladores, eso pasa, por ejemplo, en las cocinas de las casas donde hay distintos electrodomésticos o en espacios con computadoras conectadas.


El proyecto que encabeza Soberanes Flores consta de sensores que miden la temperatura de habitaciones, para que las ventanas se abran como medida de emergencia y así se libere el calor y se vuelva a cerrar cuando se regule el clima. 


Es un sistema diseñado para que funcione cuando no haya personas que puedan encender equipos de aire acondicionado o de ventilación en esas habitaciones. Su fin principal es mantener con IoT una estancia agradable en casas, salones, oficinas, fábricas y empresas, según el clima.


¿Qué es el internet de las cosas?


Soberanes Flores describe al internet de las cosas como la tecnología que permite la conectividad en red de objetos cotidianos, otorgando la capacidad de ser controlados de manera remota y de interactuar con su entorno, a la vez que recopilan datos para identificar patrones. 


Un ejemplo sencillo son los llamados “focos inteligentes” que se colocan dentro del hogar. Esos aparatos, que se venden ya en el mercado, pueden encenderse o apagarse mediante una aplicación del teléfono o programarse para funcionar en horarios específicos.


Es posible confundir el internet de las cosas con otros aparatos que se han vuelto comunes, reconoció el tecnólogo sinaloense, como sucede comúnmente con las puertas que se abren de manera automática en los supermercados.


Para poder identificar de manera correcta la tecnología IoT, el científico de la Universidad Politécnica del Valle del Évora describe tres componentes fundamentales:


-Sensores que permiten la recolección de datos como la intensidad de luz, temperatura, humedad, entre otros.


-Microcontroladores que almacenan y procesan la información y deciden qué acción ejecutar.


-Actuadores que realizan la acción programada, como encender o apagar un dispositivo.


Dispositivos como Alexa, Google Home o Apple HomeKit han llevado esta tecnología a un nivel superior, permitiendo la programación de rutinas diarias, como que mencionen las noticias más importante al amanecer, encienda la cafetera y prepare café al momento de levantarte y proponer otras acciones con los datos recabados por estos aparatos.


"Por ejemplo, muchos tenemos la costumbre de encender un foco en la entrada de la casa al anochecer y apagarlo en la mañana. Con internet de las cosas, podemos programarlo para que se encienda y apague automáticamente, sin preocuparnos por olvidarlo encendido", mencionó Soberanes Flores.


En Sinaloa se construyen proyectos innovadores desde la academia


Desde hace varios años, Soberanes Flores ha trabajado con estudiantes en el desarrollo de proyectos de IoT que buscan mejorar la calidad de vida de las personas. 


Uno de esos proyectos es la ventana inteligente y otro es un sensor de temperatura corporal desarrollado en el contexto de la pandemia de Covid-19.


Este sensor, integrado en un brazalete, permite monitorear la temperatura corporal de una persona en tiempo real a través de una aplicación móvil.


“Esta idea surgió principalmente porque mi hija tuvo dengue cuando estábamos durante la pandemia de Covid-19. Durante la noche le daban temperaturas muy altas debido al dengue y teníamos que estar monitoreando”, narró.


“Teníamos que estarle tomando la temperatura, para ver que no subiera demasiado, porque podía sufrir algún daño. Entonces, prácticamente no dormía, ni la dejaban dormir ni a ella ni a nosotros porque teníamos que estarle tomando la temperatura”.


Luego de noches en vela y con el cansancio encima, a Soberanes Flores le llegó un momento ¡Eureka!, la idea detonadora: desarrollar un dispositivo junto con estudiantes de la Universidad para el monitoreo automatizado del estado de salud de pacientes.


"Este proyecto nació de una necesidad personal, pero tiene un gran potencial para aplicarse en hospitales y en el cuidado de personas con enfermedades que requieren monitoreo constante", aseguró.


El IoT para todas las personas


Hablar de sensores y dispositivos conectados en red puede parecer muy lejano, pero la realidad es que ya está en casi todas partes.


El maestro expuso también que un grupo de alumnos de la Universidad ya trabaja en un proyecto enfocado a personas con discapacidad.


“Tenemos aquí empleados, compañeros de trabajo que tienen discapacidad, que utilizan sillas de ruedas eléctricas, pero cuando van a llegar a una puerta, necesitan que alguien les preste ayuda para abrirlas o cerrarlas”, describió.


“Entonces, de aquí surge la idea de trasladarlo a la automatización de puertas que detecten con algún sensor en su silla cuando se acerque alguna puerta, o tal vez algún botón que la accione para que la puerta se abra automáticamente”.


Desafíos y consideraciones éticas


A pesar de los beneficios del IoT, también existen preocupaciones sobre la seguridad y la privacidad de los datos. 


"Muchos de estos dispositivos recaban información sobre nuestros hábitos diarios. Esto puede ser utilizado para ofrecernos publicidad personalizada, pero también podría caer en manos de personas malintencionadas", advirtió Soberanes Flores.


El riesgo de hackeos es una preocupación latente, pero ante ello es importante saber que existen formas para evitar o disminuir esos problemas.


"Muchos dispositivos permiten dejar la configuración sin contraseña por comodidad, pero esto aumenta el riesgo de accesos no autorizados", destacó.


Una recomendación que dio Soberanes Flores es cambiar las contraseñas predeterminadas de los dispositivos, otra es usar combinaciones seguras y evitar claves fáciles de adivinar, como "12345" o fechas de nacimiento.


Esas consideraciones son necesarias, dijo el tecnólogo sinaloense, porque la tendencia es que cada tarea que desarrollan las personas pueda ser auxiliada con dispositivos automáticos que necesiten IoT.